sábado, 24 de abril de 2010

La Cachila



Música: Eduardo Arolas
Letra: Héctor Polito

Yo también en otros tiempos,
que nunca olvido,
con mi amor y tu bondad,
igual que la cachila,
hice mi nido.
En tu amor calmé mi sed
mi sed y mi locura
en tu agua pura
y mi sangre con ternura
gota a gota te ofrendé.

Pero una noche un viento malo, fatal
un vendaval
sin compasión
a nuestro hogar destruyó.

Jamás pensé,
¡ay!, jamás creí
sufrir así
la fatalidad.
La congoja y la aflicción
en soledad
con sus espinas
desgarran más.
De aquel amor,
sol de juventud,
que fue un altar
hoy sólo quedó
esta angustia sin final
desolación del corazón.

Nunca más mis ojos tristes
verán tu aurora
y mi pobre corazón,
igual que la cachila,
de pena llora.
Mi tremenda soledad
se ahoga con el llanto
de mi desvelo
desde el día que hasta el cielo
el Supremo te llevó.


La cachila.

Es un pájaro que en nuestro país y Uruguay recibe distintos nombres regionales, cachilo, cachila, cachirla y correcaminos. En general habitan en áreas rurales, cerca del agua en pastizales, rastrojos y zonas de arbustos. Hay especies de aspecto semejante al gorrión, otras al chingolo; algunas son terrícolas, anidan en el suelo y caminan, no saltan, son miméticas y sólo realizan vuelo nupcial, elevándose velozmente y dejándose caer en planeo cantando.

De los varios nombre con que se le denomina, el de "La cachila" se ha introducido en el habla coloquial rioplatense. Se lo toma para denominar un amplio espectro de la vida social, tales como estancias y clubes; también a los autos viejos desvencijados, se les llamaba cachilas y resulta obvio recordar a "La cachila" —tango de la guardia vieja originariamente sin letra— de Alberto Arolas.

jueves, 22 de abril de 2010

Alma de bohemio

Música: Roberto Firpo
Letra: Juan Andrés Caruso


Peregrino y soñador,
cantar
quiero mi fantasía
y la loca poesía
que hay en mi corazón,
y lleno de amor y de alegría,
volcaré mi canción.

Siempre sentí
la dulce ilusión,
de estar viviendo
mi pasión.

Si es que vivo lo que sueño,
yo sueño todo lo que canto,
por eso mi encanto
es el amor.
Mi pobre alma de bohemio
quiere acariciar
y como una flor
perfumar.

Y en mis noches de dolor,
a hablar
me voy con las estrellas
y las cosas más bellas,
despierto he de soñar,
porque le confío a ellas
toda mi sed de amar.

Siempre sentí
la dulce ilusión,
de estar viviendo
mi pasión.

Yo busco en los ojos celestes
y renegridas cabelleras,
pasiones sinceras,
dulce emoción.
Y en mi triste vida errante
llena de ilusión,
quiero dar todo
mi corazón.




Pedacito de cielo





Vals 1942

Música: Enrique Francini / Héctor Stamponi
Letra: Homero Expósito

La casa tenía una reja
pintada con quejas
y cantos de amor.
La noche llenaba de ojeras
la reja, la hiedra
y el viejo balcón...
Recuerdo que entonces reías
si yo te leía
mi verso mejor
y ahora, capricho del tiempo,
leyendo esos versos
¡lloramos los dos!

Los años de la infancia
pasaron, pasaron...
La reja está dormida de tanto silencio
y en aquel pedacito de cielo
se quedó tu alegría y mi amor.
Los años han pasado
terribles, malvados,
dejando esa esperanza que no ha de llegar
y recuerdo tu gesto travieso
después de aquel beso
robado al azar...

Tal vez se enfrió con la brisa
tu cálida risa,
tu límpida voz...
Tal vez escapó a tus ojeras
la reja, la hiedra
y el viejo balcón...
Tus ojos de azúcar quemada
tenían distancias
doradas al sol...
¡Y hoy quieres hallar como entonces
la reja de bronce
temblando de amor!...