domingo, 3 de mayo de 2009

Atahualpa Yupanqui




EL ARBOL QUE TU OLVIDASTE
Canción
(Atahualpa Yupanqui)

El árbol que tú olvidaste siempre se acuerda de ti,
y le pregunta a la noche
si serás o no feliz.

El arroyo me ha contado
que el árbol suele decir:
quien se aleja junta quejas
en vez de quedarse aquí.

Al que se va par el mundo
suele sucederle así.
Que el corazón va con uno
y uno tiene que sufrir,
y el árbol que tú olvidaste
siempre se acuerda de ti.

Arbolito de mi tierra
yo te quisiera decir
que lo que a muchos les pasa
también me ha pasado a mi.

No quiero que me lo digan
pero lo tengo que oír:
quien se aleja junta quejas
en vez de quedarse aquí.


EL FORASTERO
(A.Yupanqui)

Porque no soy de estos
pagos me acusan de forastero
como si fuera un pecado
vivir como vive el viento

De donde vendrán los vientos ,
de donde vendrá el rocío
que besa los pastizales
de la llanura y el cerro

Yo vengo de todas partes
por los caminos del sueño
como las rosas a mayo
los jazmines a enero.

Doy lo que tengo que dar ,
y a veces me doy entero
como la dicha en los valles
y la pena en los desiertos

Junto estrellas en la noche
y en la sombra las enhebro
con ellas hago un collar
para ponerlo en el cuello
de una paisana que nunca
me sintiera forastero

Y ando por todas las sendas,
las del valle, las del cerro
y aquellas que no se ven
y andan corazón adentro

La gente me ve pasar
y me dice forastero
solo escuchan mis oídos ,
porque mi alma esta lejos

Esta mirando esos mundos
que no ven los que son ciegos
aunque se llenen de luz
y tengan los ojos bellos

Por donde quiera que paso,
voy desgranando mis sueños,
aunque digan los demás,
allá pasa un forastero.

PREGUNTITAS SOBRE DIOS
Canción
(A. Yupanqui)

Un día yo pregunté:
Abuelo, dónde está Dios.
Mi abuelo se puso triste,
y nada me respondió.

Mi abuelo murió en los campos,
sin rezo ni confesión.
Y lo enterraron los indios,
flauta de caña y tambor.

Al tiempo yo pregunté:
¿Padre, qué sabes de Dios?
Mi padre se puso serio
y nada me respondió.
Mi padre murió en la mina
sin doctor ni protección.
¡Color de sangre minera
tiene el oro del patrón!

Mi hermano vive en los montes
y no conoce una flor.
Sudor, malaria, serpientes,
la vida del leñador.

Y que nadie le pregunte
si sabe donde está Dios.
Por su casa no ha pasado
tan importante señor.

Yo canto par los caminos,
y cuando estoy en prisión
oigo las voces del pueblo
que canto mejor que yo.

Hay un asunto en la tierra
más importante que Dios.

Y es que nadie escupa sangre
pa que otro viva mejor.

¿Que Dios vela por los pobres?
Talvez sí, y talvez no.
Pero es seguro que almuerza
en la mesa del patrón.

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