Tango 1940 |
Música: Enrique Santos Discepolo |
Letra: Enrique Santos Discepolo |
Solo... ¡increíblemente solo! vivo el drama de esperarte, hoy... mañana... siempre igual... ¡Dolor que muerde las carnes, herida que hace gritar, vergüenza de no olvidarte, si yo sé que no vendrás! ¡Solo! ¡Pavorosamente solo!... como están los que se mueren, los que sufren, los que quieren, así estoy... ¡por tu impiedad! Sin comprender, por qué razón te quiero... Ni qué castigo de Dios me condenó al horror de que seas vos, vos, solamente sólo vos... Nadie en la vida más que vos lo que deseo... Y entre la risa y las burlas yo arrastré mi amor ¡llamándote!... Fiebre de pasiones maldecidas, que uno trae desde otras vidas y las sufre hasta morir... Dolor de bestia perdida, que quiere huir del puñal, yo me revuelco sin manos pa' librarme de tu mal... ¡Solo!... ¡Despiadadamente solo!... mientras grita mi conciencia tu traición ¡la de tu ausencia! hoy... mañana... siempre igual... |
viernes, 28 de junio de 2013
Edmundo Rivero - Martirio (con la orq. de H. Stamponi)
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