Por una cabeza de un noble potrillo que justo en la raya afloja al llegar, y que al regresar parece decir: No olvidés, hermano, vos sabés, no hay que jugar. Por una cabeza, metejón de un día de aquella coqueta y burlona mujer, que al jurar sonriendo el amor que está mintiendo, quema en una hoguera todo mi querer. Por una cabeza, todas las locuras. Su boca que besa, borra la tristeza, calma la amargura. Por una cabeza, si ella me olvida qué importa perderme mil veces la vida, para qué vivir. Cuántos desengaños, por una cabeza. Yo jugué mil veces, no vuelvo a insistir. Pero si un mirar me hiere al pasar, sus labios de fuego otra vez quiero besar. Basta de carreras, se acabó la timba. ¡Un final reñido ya no vuelvo a ver! Pero si algún pingo llega a ser fija el domingo, yo me juego entero. ¡Qué le voy a hacer..!
Música: Mariano Mores Letra: Enrique Santos Discépolo
Nació de ti... buscando una canción que nos uniera, y hoy sé que es cruel brutal -quizá- el castigo que te doy. Sin palabras esta música va a herirte, donde quiera que la escuche tu traición... La noche más absurda, el día más triste. Cuando estés riendo, o cuando llore tu ilusión. Perdóname si es Dios, quien quiso castigarte al fin... Si hay llantos que pueden perseguir así, si estas notas que nacieron por tu amor, al final son un cilicio que abre heridas de una historia... ¡Son suplicios, son memorias... fantoche herido, mi dolor, se alzará, cada vez, que oigas esta canción!... Nació de ti... mintiendo entre esperanzas un destino, y hoy sé que es cruel, brutal -quizá- el castigo que te doy... Sin decirlo esta canción dirá tu nombre, sin decirlo con tu nombre estaré yo. Los ojos casi ciegos de mi asombro, junto al asombro de perderte y no morir.
Música: Juan Carlos Cobián Letra: Enrique Cadícamo
Turbio fondeadero donde van a recalar, barcos que en el muelle para siempre han de quedar... Sombras que se alargan en la noche del dolor; náufragos del mundo que han perdido el corazón... Puentes y cordajes donde el viento viene a aullar, barcos carboneros que jamás han de zarpar... Torvo cementerio de las naves que al morir, sueñan sin embargo que hacia el mar han de partir... ¡Niebla del Riachuelo!.. Amarrado al recuerdo yo sigo esperando... ¡Niebla del Riachuelo!... De ese amor, para siempre, me vas alejando... Nunca más volvió, nunca más la vi, nunca más su voz nombró mi nombre junto a mí... esa misma voz que dijo: "¡Adiós!". Sueña, marinero, con tu viejo bergantín, bebe tus nostalgias en el sordo cafetín... Llueve sobre el puerto, mientras tanto mi canción; llueve lentamente sobre tu desolación... Anclas que ya nunca, nunca más, han de levar, bordas de lanchones sin amarras que soltar... Triste caravana sin destino ni ilusión, como un barco preso en la "botella del figón"...
Ayer cantaron poetas y lloraron las orquestas en las suaves noches de romantico querer. Donde la bohemia y la frágil juventud aprisionadas a un encanto de mujer quebro los sueños en el bar del barrio sud, muriendo su cancion quemando la ilusion de su dulce amor. Mujer de mi poema mejor. ¡Mujer! Yo nunca tuve un amor. ¡Perdón! Si eres mi gloria ideal Perdón, serás mi verso inicial. Y la voz en el bar para siempre apagó el motivo sin par que el amor canto. Rubia y dulce Mimí, que soñando en París, llevara en sus pasos la gloria se fue de aquellos muchachos del viejo café. Te busque por el mar y jamas te encontre el cielo y yo y un sueño azul que se durmio en una estrella si he rodado por los bares de otros mundos misteriosos buscando aquel milagroso perfume de la ilusion quien cerro en el recuerdo tu cofre de amor.
Ya ves, el día no amanece, Polaco Goyeneche, cantame un tango más. Ya ves, la noche se hace larga, tu vida tiene un carma, cantar, siempre cantar. Tu voz, que al tango lo emociona diciendo el punto y coma que nadie le cantó. Tu voz, de duendes y fantasmas, respira con el asma de un viejo bandoneón. Canta garganta con arena, tu voz tiene la pena que Malena no cantó. Canta, que Juárez te condena al lastimar tu pena, con su blanco bandoneón. Canta, la gente está aplaudiendo, y aunque te estés muriendo no conocen tu dolor. Canta, que Troilo desde el cielo, debajo de tu almohada un verso te dejó. Cantor, de un tango algo insolente, hiciste que a la gente le duela tu dolor. Cantor, de un tango equilibrista, más que cantor artista, con vicios de cantor. Ya ves, a mí y a Buenos Aires nos falta siempre el aire cuando no esta tu voz. A vos, que tanto me enseñaste, el día que cantaste conmigo una canción.
Perseguirè.. los rastros de este afán. como busca el agua la sed. La estela de tu perfume. Que me atravesó Tu suave vendabal Rumbo a tu recuerdo seguir. La senda de tu perfume. Del eco de tu perfume... No hay soledad, que aguante el envión El impulso antiguo y sútil del eco de tu perfume. Perseguirè... perseguirè la senda de tu perfume. Me atravesó tu suave vendabal, rumbo a tu recuerdo seguir. La senda de tu perfume... no hay soledad que aguante el envión. El impulso antiguo y sútil del eco de tu perfume El eco de tu perfume Regresarás. La senda de tu perfume. Regresarás. Perseguire los rastros de este afán, seguir ] x4 La estela de tu perfume.
Música: Charlo Letra: José González Castillo (vals)
Al lánguido compás de un vals de Chopin, mi amor te confesé sin ver que más llamaba tu interés aquel vals. Por eso hoy mi canción va a su mismo compás, te llora como un bien que ya jamás verá mi corazón su vaivén. Fue como un loco volar de falena con giros y vueltas en torno al panal que nos deslumbra y nos llena de un dulce mareo sutil y fatal. Juntos mi pecho y tu seno, los dos corazones, latiendo a la par, fijo, impasible y sereno tu frío mirar. Quién me diría que toda la gloria de aquella gentil posesión, era la efímera coda que al vals se ponía mi loca ilusión. Dócil tu mano en mi mano. mi brazo oprimiendo tu talle liviano, y en tanto mi acento muriendo en el lento girar del valsear. Falena de salón. mi corazón también sus alas de ilusión quemó tenaz girando en aquel vals de Chopin. Borracho de pasión, y ciego de querer, se lanza a tu atracción sin ver que más que un alma en ti, mujer, hay un vals.
Música: Juan Antonio Collazo Letra: Víctor Soliño / Roberto Fontaina Del barrio La Mondiola sos el más rana y te llaman Garufa por lo bacán; tenés más pretensiones que bataclana que hubiera hecho suceso con un gotán. Durante la semana, meta laburo, y el sábado a la noche sos un doctor: te encajás las polainas y el cuello duro y te venís p'al centro de rompedor.
Garufa, ¡pucha que sos divertido! Garufa, ya sos un caso perdido; tu vieja dice que sos un bandido porque supo que te vieron la otra noche en el Parque Japonés.
Caés a la milonga en cuanto empieza y sos para las minas el vareador; sos capaz de bailarte la Marsellesa, la Marcha a Garibaldi y El Trovador. Con un café con leche y una ensaimada rematás esa noche de bacanal y al volver a tu casa, de madrugada, decís: "Yo soy un rana fenomenal".
Adiós, muchachos, compañeros de mi vida, barra querida de aquellos tiempos. Me toca a mí hoy emprender la retirada, debo alejarme de mi buena muchachada. Adiós, muchachos. Ya me voy y me resigno... Contra el destino nadie la talla... Se terminaron para mí todas las farras, mi cuerpo enfermo no resiste más...
Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos, de los bellos momentos que antaño disfruté cerquita de mi madre, santa viejita, y de mi noviecita que tanto idolatré... ¿Se acuerdan que era hermosa, más bella que una diosa y que ebrio yo de amor, le di mi corazón, mas el Señor, celoso de sus encantos, hundiéndome en el llanto me la llevó?
Es Dios el juez supremo. No hay quien se le resista. Ya estoy acostumbrado su ley a respetar, pues mi vida deshizo con sus mandatos al robarme a mi madre y a mi novia también. Dos lágrimas sinceras derramo en mi partida por la barra querida que nunca me olvidó y al darles, mis amigos, mi adiós postrero, les doy con toda mi alma mi bendición...
Cuando estemos viejos y se nos achique el paisaje en los ojos Y el sol del invierno se nos ponga flojos, y nos cachetee la cara el espejo. Cuando estemos viejos y tiemblen mis manos al tomar las tuyas. y nos falte el llanto, la risa y la bulla, de estos tres diablillos que ya estarán lejos. Cuando estemos viejos... cuando estemos solos... cuando no haya nada, y nos duela todo. Cuando solo exista la casa vacía... y anden en silencio tu sombra y la mía. Nos querremos tanto que nuestro cariño llenará la ausencia de estos tres diablillos. Cuando estemos viejos yo te lo prometo compañera mía, serán nuestros años plenos de dulzura, serán nuestras horas llenas de alegria. Andaremos juntos viejitos inquietos las cuatro estaciones de un mundo de nietos, Andaremos juntos viejitos inquietos las cuatro estaciones de un mundo de nietos, y veras mi vida que miente el espejo pues seremos novios cuando estemos viejos.
Música: Francisco Pracánico Letra: José Zubiría Mansilla
Sosegate que ya es tiempo de archivar tus ilusiones, dedicate a balconearla que pa' vos ya se acabó y es muy triste eso de verte esperando a la fulana con la pinta de un mateo desalquilado y tristón. No hay que hacerle, ya estás viejo, se acabaron los programas y hacés gracia con tus locos berretines de gavión. Ni te miran las muchachas y si alguna a vos te habla es pa' pedirte un consejo de baqueano en el amor. Qué querés, Cipriano, ya no das más jugo. Son cincuenta abriles que encima llevás. Junto con el pelo que fugó del mate se te fue la pinta que no vuelve más. Dejá las pebetas para los muchachos, esos platos fuertes no son para vos. Piantá del sereno, andate a la cama que después, mañana, andás con la tos. Enfundá la mandolina, ya no estás pa'serenatas, te aconseja la minusa que tenés en el bulín, dibujándote en la boca la atrevida cruz pagana con la punta perfumada de su lápiz de carmín... Han caído tus acciones en la rueda de grisetas y al compás del almanaque se deshoja tu ilusión, y ya todo te convida pa'ganar cuartel de invierno junto al tu ego del recuerdo a la sombra de un rincón.
EL VIENTO ME CUENTA COSAS (Milonga) Letra de Miguel Buccino Musica de Miguel Buccino Compuesto en 1947
Dedicada por su autor al Jefe de la Policía Federal general Juan Filomeno Velazco. Grabaciones por la orquesta de Juan D'Arienzo con los cantores Alberto Echagüe y Armando Laborde.
El viento me cuenta cosas, aprovechando el silencio. Sabe que sufro de penas que viven en el recuerdo... Sabe que es mucha la angustia cuando uno se sabe muerto. Y el viento me cuenta cosas, aprovechando el silencio.
Soledad de hallarme solo. ¡Soledad de tanto tiempo! Tener los ojos cansados y el alma y el pensamiento. Querer olvidar sus ojos, sus caricias y su aliento... Y el viento me cuenta cosas, aprovechando el silencio.
No sé si será el cansancio, o mis achaques de viejo, que me tiemblan las ideas, arrinconadas de miedo... Tengo los ojos cansados, y el alma y el pensamiento. Y el viento me cuenta cosas, aprovechando el silencio.
Música: Enrique Santos Discépolo Letra: Enrique Santos Discépolo Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé... (¡En el quinientos seis y en el dos mil también!). Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, valores y dublé... Pero que el siglo veinte es un despliegue de maldá insolente, ya no hay quien lo niegue. Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos...
¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!... ¡Ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador! ¡Todo es igual! ¡Nada es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao. Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, ¡da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón!...
¡Qué falta de respeto, qué atropello a la razón! ¡Cualquiera es un señor! ¡Cualquiera es un ladrón! Mezclao con Stavisky va Don Bosco y "La Mignón", Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín... Igual que en la vidriera irrespetuosa de los cambalaches se ha mezclao la vida, y herida por un sable sin remaches ves llorar la Biblia contra un calefón...
¡Siglo veinte, cambalache problemático y febril!... El que no llora no mama y el que no afana es un gil! ¡Dale nomás! ¡Dale que va! ¡Que allá en el horno nos vamo a encontrar! ¡No pienses más, sentate a un lao, que a nadie importa si naciste honrao! Es lo mismo el que labura noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura o está fuera de la ley...
Avanzo y escribo decido el camino las ganas que quedan se marchancon vos
Se apaga el deseo ya no me entrevero y hablar eso que se me iba mejor Con los ojos no te veo se que se me viene el mareo y es entonces cuando quiero salir a caminar Con los ojos no te veo se que se me viene el mareo y es entonces cuando quiero salir a caminar El agua me ciega hay vidrio en la arena ya no me da pena dejarte que un adiós Así son las cosas amargas borrosas son fotos veladas de un tiempo mejor Con los ojos no te veo se que se me viene el mareo y es entonces cuando quiero salir a caminar Con los ojos no te veo se que se me viene el mareo y es entonces cuando quiero salir a caminar El aire me ciega hay vidrio en la arena ya no me da pena dejarte un adiós Así son las cosas amargas borrosas son fotos veladas de un tiempo mejor Con los ojos no te veo se que se me viene el mareo y es entonces cuando quiero salir a caminar Con los ojos no te veo se que se me viene el mareo y es entonces cuando quiero
Siga el baile, siga el baile de la tierra en que nací la cumparsa de los negros al compás del tamboril. Siga el baile, siga el baile con ardiente frenesí la cumparsa de los negros al compás del tamboril. Ven a bailar te llevaré en las alas de mi loca fantasía. Quiero olvidar con besos nuestras penas torbellino de alegría. Siga el baile, siga el baile de la tierra en que nací la cumparsa de los negros al compás del tamboril. Siga el baile, siga el baile de la tierra en que nací la cumparsa de los negros al compás del tamboril. Siga el baile, siga el baile con ardiente frenesí la cumparsa de los negros al compás del tamboril.
Por ser bueno, me pusiste a la miseria, me dejaste en la palmera, me afanaste hasta el color. En seis meses me comiste el mercadito, la casiya de la feria, la ganchera, el mostrador... ¡Chorra!... Me robaste hasta el amor... Ahura, tanto me asusta una mina, que si en la calle me afila me pongo al lao del botón. ¡Lo que más bronca me da, es haber sido tan gil! Si hace un mes me desayuno con lo qu' he sabido ayer, no er'a mí que me cachaban tus rebusques de mujer... Hoy me entero que tu mama "noble viuda de un guerrero", ¡es la chorra de más fama que ha pisao la treinta y tres! Y he sabido que el "guerrero" que murió lleno de honor, ni murió ni fue guerrero como m'engrupiste vos. ¡Está en cana prontuariado como agente 'e la camorra, profesor de cachiporra, malandrín y estafador! Entre todos me pelaron con la cero, tu silueta fue el anzuelo donde yo me fui a ensartar. Se tragaron vos, "la viuda" y "el guerrero" lo que me costó diez años de paciencia y de yugar... ¡Chorros! Vos, tu vieja y tu papá, ¡Guarda! Cuidensé porque anda suelta, si los cacha los da vuelta, no les da tiempo a rajar. ¡Lo que más bronca me da, es haber estao tan gil!
(1984) Letra: José Dicenta Sánchez Música: Alberto Cortez Yo puse el esfuerzo y ella la desgana, yo el hondo silencio y ella la palabra, yo senda y camino y ella la distancia, yo puse los ojos y ella la mirada. Quise entre mis manos retener el agua y sobre la arena levanté mi casa. Me quedé sin manos, me quedé sin casa fui raíz oscura y ella tronco y rama. Para que la cuenta del amor sumara ella puso el cuerpo yo el cuerpo y el alma. Era toda viento yo todo montaña, yo pura resina y ella pura llama. Una noche oscura se fue de mi casa, cegaron mis ojos para no mirarla, para no seguirla cerré las ventanas, clausuré las puertas para no llamarla. Puse rosas negras sobre nuestra cama,
sobre su memoria, puse rosas blancas. Y a la luz difusa de la madrugada me quité la vida para no matarla. Yo lo puse todo, vida cuerpo y alma ella, Dios lo sabe, nunca puso nada.
Barrio tranquilo de mi ayer, como un triste atardecer, a tu esquina vuelvo viejo... Vuelvo más viejo, la vida me ha cambiado... en mi cabeza un poco de plata me ha dejado. Yo fui viajero del dolor y en mi andar de soñador comprendí mi mal de vida, y cada beso lo borré con una copa, en un juego de ilusión repartí mi corazón. Vuelvo vencido a la casita de mis viejos, cada cosa es un recuerdo que se agita en mi memoria, mis veinte abriles me llevaron lejos... locuras juveniles, la falta de consejo. Hay en la casa un hondo y cruel silencio huraño, y al golpear, como un extraño, me recibe el viejo criado... Habré cambiado totalmente, que el anciano por la voz tan sólo me reconoció. Pobre viejita la encontré enfermita; yo le hablé y me miró con unos ojos... Con esos ojos nublados por el llanto como diciéndome porqué tardaste tanto... Ya nunca más he de partir y a tu lado he de sentir el calor de un gran cariño... Sólo una madre nos perdona en esta vida, es la única verdad, es mentira lo demás.
El duende de tu son, che bandoneón, se apiada del dolor de los demás, y al estrujar tu fueye dormilón se arrima al corazón que sufre más. Estercita y Mimí como Ninón, dejando sus destinos de percal vistieron al final mortajas de rayón, al eco funeral de tu canción. Bandoneón, hoy es noche de fandango y puedo confesarte la verdad, copa a copa, pena a pena, tango a tango, embalado en la locura del alcohol y la amargura. Bandoneón, para qué nombrarla tanto, no ves que está de olvido el corazón y ella vuelve noche a noche como un canto en las gotas de tu llanto, ¡che bandoneón! Tu canto es el amor que no se dio y el cielo que soñamos una vez, y el fraternal amigo que se hundió cinchando en la tormenta de un querer. Y esas ganas tremendas de llorar que a veces nos inundan sin razón, y el trago de licor que obliga a recordar si el alma está en "orsai", che bandoneón.
Música: Francisco Lomuto Letra: José María Contursi
Quisiera abrir lentamente mis venas... Mi sangre toda vertirla a tus pies... para poderte demostrar que más no puedo amar y entonces... Morir después. Y sin embargo tus ojos azules, ¡azul que tienen el cielo y el mar! viven cerrados para mí sin ver que estoy así... ¡Perdido en mi soledad! ¡Sombras, nada más, acariciando mis manos! ¡Sombras, nada más, en el temblor de mi voz! Pude ser feliz y estoy en vida muriendo y entre lágrimas viviendo los pasajes más horrendos de este drama sin final... ¡Sombras, nada más, entre tu vida y mi vida... Sombras, nada más, entre mi amor y tu amor! Qué breve fue tu presencia en mi hastío, qué tibias fueron tu mano y tu voz. Como luciérnaga llegó tu luz y disipó las sombras de mi rincón... Y me quedé como un duende, temblando sin el azul de tus ojos de mar, que se han cerrado para mí sin ver que estoy así... ¡Perdido en mi soledad!
Golpearon la puerta de la humilde casa, la voz del cartero muy clara se oyó, y el pibe corriendo con todas sus ansias al perrito blanco sin querer pisó. "Mamita, mamita" se acercó gritando; la madre extrañada dejo el piletón y el pibe le dijo riendo y llorando: "El club me ha mandado hoy la citación." Mamita querida, ganaré dinero, seré un Baldonedo, un Martino, un Boyé; dicen los muchachos de Oeste Argentino que tengo más tiro que el gran Bernabé. Vas a ver que lindo cuando allá en la cancha mis goles aplaudan; seré un triunfador. Jugaré en la quinta después en primera, yo sé que me espera la consagración Dormía el muchacho y tuvo esa noche el sueño más lindo que pudo tener; El estadio lleno, glorioso domingo por fin en primera lo iban a ver. Faltando un minuto están cero a cero; tomó la pelota, sereno en su acción, gambeteando a todos se enfrentó al arquero y con fuerte tiro quebró el marcador.
Sola, fané, descangayada, la vi esta madrugada salir de un cabaret; flaca, dos cuartas de cogote y una percha en el escote bajo la nuez; chueca, vestida de pebeta, teñida y coqueteando su desnudez... Parecía un gallo desplumao, mostrando al compadrear el cuero picoteao... Yo que sé cuando no aguanto más al verla, así, rajé, pa' no yorar. ¡Y pensar que hace diez años, fue mi locura! ¡Que llegué hasta la traición por su hermosura!... Que esto que hoy es un cascajo fue la dulce metedura donde yo perdí el honor; que chiflao por su belleza le quité el pan a la vieja, me hice ruin y pechador... Que quedé sin un amigo, que viví de mala fe, que me tuvo de rodillas, sin moral, hecho un mendigo, cuando se fue. Nunca soñé que la vería en un "requiscat in pace" tan cruel como el de hoy. ¡Mire, si no es pa' suicidarse que por ese cachivache sea lo que soy!... Fiera venganza la del tiempo, que le hace ver deshecho lo que uno amó... Este encuentro me ha hecho tanto mal, que si lo pienso más termino envenenao. Esta noche me emborracho bien, me mamo, ¡bien mamao!, pa' no pensar.
Sus ojos se cerraron... y el mundo sigue andando, su boca que era mía ya no me besa más, se apagaron los ecos de su reír sonoro y es cruel este silencio que me hace tanto mal. Fue mía la piadosa dulzura de sus manos que dieron a mis penas caricias de bondad, y ahora que la evoco hundido en mi quebranto, las lágrimas pensadas se niegan a brotar, y no tengo el consuelo de poder llorar. ¡Porqué sus alas tan cruel quemó la vida! ¡porqué esta mueca siniestra de la suerte! Quise abrigarla y más pudo la muerte, ¡Cómo me duele y se ahonda mi herida! Yo sé que ahora vendrán caras extrañas con su limosna de alivio a mi tormento. Todo es mentira, mentira es el lamento. ¡Hoy está solo mi corazón! Como perros de presa las penas traicioneras celando mi cariño galopaban detrás, y escondida en las aguas de su mirada buena la suerte agazapada marcaba su compás. En vano yo alentaba febril una esperanza. Clavó en mi carne viva sus garras el dolor; y mientras en las calles en loca algarabía el carnaval del mundo gozaba y se reía, burlándose el destino me robó su amor.
San Juan y Boedo antigua, y todo el cielo, Pompeya y más allá la inundación. Tu melena de novia en el recuerdo y tu nombre florando en el adiós. La esquina del herrero, barro y pampa, tu casa, tu vereda y el zanjón, y un perfume de yuyos y de alfalfa que me llena de nuevo el corazón. Sur, paredón y después... Sur, una luz de almacén... Ya nunca me verás como me vieras, recostado en la vidriera y esperándote. Ya nunca alumbraré con las estrellas nuestra marcha sin querellas por las noches de Pompeya... Las calles y las lunas suburbanas, y mi amor y tu ventana todo ha muerto, ya lo sé... San Juan y Boedo antiguo, cielo perdido, Pompeya y al llegar al terraplén, tus veinte años temblando de cariño bajo el beso que entonces te robé. Nostalgias de los años que han pasado, arena que la vida se llevó pesadumbre de barrios que han cambiado y amargura del sueño que murió.
Llego el debut de la seleccion del Pueblo!! Los jugadores hiper motivados,con debut de jugadores que cumplieron como Jonas Gutierrez y Maximiliano Papa. La defensa un flan , de la mitad para arriba aceptable ,para mi gusto falta el nueve de area agresivo sera la hora del Pipita ?? Un tango para el debut de Edmundo Rivero para la seleccion de la mano de Dios.
Música: Virgilio Expósito Letra: Homero Expósito
Era más blanda que el agua, que el agua blanda, era más fresca que el río, naranjo en flor. Y en esa calle de estío, calle perdida, dejó un pedazo de vida y se marchó... Primero hay que saber sufrir, después amar, después partir y al fin andar sin pensamiento... Perfume de naranjo en flor, promesas vanas de un amor que se escaparon con el viento. Después...¿qué importa el después? Toda mi vida es el ayer que me detiene en el pasado, eterna y vieja juventud que me ha dejado acobardado como un pájaro sin luz. ¿Qué le habrán hecho mis manos? ¿Qué le habrán hecho para dejarme en el pecho tanto dolor? Dolor de vieja arboleda, canción de esquina con un pedazo de vida, naranjo en flor.
Musica: Astor Piazzolla Letra: Mario Trejo (canción)
Amo los pájaros perdidos que vuelven desde el más alla, a confundirse con un cielo que nunca más podre recuperar. Vuelven de nuevo los recuerdos, las horas jóvenes que di y desde el mar llega un fantasma hecho de cosas que amé y perdí. Todo fue un sueño, un sueño que perdimos, como perdimos los pájaros y el mar, un sueño breve y antiguo como el tiempo que los espejos no pueden reflejar. Después busqué perderte en tantas otras y aquella otra y todas eras vos; por fin logré reconocer cuando un adiós es un adiós, la soledad me devoró y fuimos dos. Vuelven los pájaros nocturnos que vuelan ciegos sobre el mar, la noche entera es un espejo que me devuelve tu soledad. Soy sólo un pájaro perdido que vuelve desde el más allá a confundirse con un cielo que nunca más podré recuperar.
1 Salís a la calle y te lo cruzás a Shilton, ¿qué le decís? “Arquero”, le grito, “arquerazo”. No me quiso invitar a su partido homenaje. ¡No voy a poder dormir Shilton, qué pena!
2 Vasen auto por el desierto y está Codesal haciendo dedo... Le tiro una anchoa.
3 De pibe, en la pobreza de Fiorito, ¿nunca se te cruzó por la cabeza ir a robar? No, porque mi viejo me hubiera cagado a trompadas. Mi viejo me enseñó todo lo mejor que pudo. Me educó demasiado bien, el mal aprendido fui yo con todo lo que hice mal en mi vida. Si vieras la ternura que tiene hoy mi viejo en los ojos es algo increíble. Yo siempre les digo a mis hijas que le miren los ojos a mi viejo. El no habla, no dice, hay que mirarlo nada más.
4 ¿Por qué te drogaste la primera vez? Por investigar. Y me fue mal.
5 ¿Estabas con amigos y te incitaron? Fue por mí, no le echemos la culpa a nadie. Ahora, te aclaro otra cosa: todos los que dicen que no tomaron conmigo, todos esos tomaron, ¡eh! Te lo digo a vos: tomaron. No doy nombres porque no soy vigilante, pero si me dicen algo, les contesto. Ojo, que no se hagan los pícaros.
6 ¿A qué edad te drogaste por primera vez? A los 22 años.
7 Fumaste un porro. Cocaína.
8 ¿La droga es pasado o tenés miedo de que vuelva? Sueño. Sueño y es feo, pero hace tres años que no tomo nada.
9 ¿Tu polvo más grande fue contra Inglaterra en el 86, contra Brasil en el 90 o contra Italia en el 90? Italia, por todas las connotaciones que tuvo, y aunque me haya costado un montón de cosas después, porque vivía en Italia, porque la Gazetta dello Sport tituló “Maradona es el diablo”, y porque los dejamos afuera. ¡No sabes qué placer, hermano!
10 Cuando decís que te costó un montón de cosas, ¿te referís a las facturas que te pasaron con el doping? Sí, y también se las pasaron a Cani (por Caniggia). Pero si hoy supiera el final de la historia, cómo termina, lo volvería a hacer de nuevo. Que no quede ninguna duda.
11 ¿Bilardo o Menotti? El técnico más grande que yo tuve fue Menotti. Tiene las cosas muy claras, a Bilardo lo entendía a través del Profe Echevarría. Tácticamente, Bilardo es diez veces más que Menotti, pero te tenía en la cancha mucho tiempo, mientras el Flaco te lo fraccionaba y te lo explicaba de una manera que vos lo entendías rápidamente.
12 ¿Bilardo te supo usar mejor que Menotti, entonces? Puede ser. Menotti tenía más el equipo en la cabeza y Bilardo me puso un equipo para mí, para que me pudiera realizar.
13 En la disputa entre bilardistas y menottistas, los primeros sacan chapa argumentando que los resultados los obtuviste con el Narigón. Pero no por tener resultados es más grande. Cuando Platini ganaba campeonatos con la Juventus, decían que yo era un buen jugador, un giocoliere (en italiano: “malabarista”), un jugadorcito, porque Platini ganaba. Después, cuando yo empecé a ganar decían que Platini era un jugador muy táctico. Pónganse de acuerdo. Los resultados no explican todo.
14 Vamos con una frase maradoniana: ¿quién es más falso que dólar celeste?Uhhhh, hay tantos... Se juegan el podio entre Blatter, Beckenbauer y Platini. Y un poquito más atrás entra el morocho... el diez brasileño. En otra época iba primero de cabeza, pero hoy hay otros. Son todos mamaderas (sic). Fijate vos: el Mundial se lo dieron a Francia porque estaba Platini y hoy Platini es el presidente de la UEFA. El 2006 se lo dieron a Alemania, a Beckenbauer, otro mamadera. Y ahora se lo dan a Brasil... Está muy clarito todo esto, por eso cuando Blatter me invita a formar parte de la familia de la FIFA, yo le contesto: “Por el amor de Dios, a esa familia no la quiero, yo tengo a la Tota y a don Diego, ésa es mi familia, la otra dejá...”.
15 ¿Con Pelé te amigaste para subir el rating de tu programa o era de verdad? Mientras él se gane su vida, está todo bien; ahora, cuando quiere cagar más alto que el culo, no existe.
16 ¿Qué no te bancás de él? Que lo mame a Blatter, a Beckenbauer, a Platini, que esté queriendo meterse permanentemente en todos los negocios, eso no me banco. Que se olvide de que fue jugador de fútbol, eso no me banco. Ya se lo dijo Romario, también Zico, los propios brasileños. A mí no me gusta el tipo que quiere llegar rampicándose (en italiano: “trepando”) porque él no lo necesita, se lo ganó dentro de la cancha, él no necesita ser un Blatter que nunca le pegó a una pelota de fútbol y tiene que ser mamón (sic) para llegar a ser el presidente de la FIFA.
17 ¿Por qué creés que perdiste con Fangio en “El gen argentino”? No sé qué quieren inventar. Yo ya les gané a Fangio, Monzón, De Vicenzo y Vilas como el mejor deportista de todos los tiempos. Les saqué un montón de votos a los cuatro y me dieron el premio. ¿El gen argentino? Ganó San Martín, ¿no? Si San Martín no cruzó los Andes, ¿qué me vienen a hablar? ¿Me van a decir que San Martín cruzó los Andes? ¡¿Y encima en burro?! Mirá, hoy te alquilás un avión de 50 mil dólares y el avión te hace así (mueve las manos como una coctelera) y me dicen que cruzó los Andes... Mentira...
18 Dame tu ranking de los cinco deportistas argentinos más grandes de la historia.
Sin ponerme yo, estaría Monzón, Di Stéfano... Me acuerdo de que una vez, en España, Alfredo entró a un restaurante y se pararon todos a aplaudirlo. Fue la primera vez que vi algo así, mientras Alfredo decía “vete a tomar por culo”... Vilas también le dio mucho al deporte argentino y a mí me hizo muuuuy feliz Nicolino Locche...
19 De los actuales. Me encanta Nalbandian. En el momento en que decían que estaba gordo, que esto y lo otro, cazó la raqueta y le ganó al primero, al segundo y al tercero. Y para que no queden dudas, lo hizo dos veces. Y nos cerró el orto a todos. Bah, a mí no, porque siempre creí en él, pero a los giles que tienen la lapicera y el chamuyo fácil les cerró el orto.
20 ¿Admiraste mucho a algún deportista del mundo por sobre el resto? A Michael Jordan, Tiger Woods y Federer.
21 ¿Alguna vez pediste un autógrafo? De chico se los pedí al Chivo Pavoni y a Rojitas. Recuerdo que cuando pasé a Boca, El Gráfico nos juntó con Rojitas y fuimos a comer juntos. Fue maravilloso. Yo vi jugar una vez a Rojitas: ya estaba grande, pero hizo dos o tres cosas bárbaras... Tengo varias anécdotas con jugadores viejos. Una vez, el que era mi suegro, me dijo: “Acá, a unas cuadras, va a jugar Ermindo Onega”. Yo tenía 16 años, estaba noviando con Claudia. Lo fui a ver y era tan distinto Ermindo, jugando, tocando, pegándole a la pelota. Yo decía: “¡Mirá qué diferencia, cómo me gustaría ser como Ermindo!”. Terminó el partido y me acerqué a saludarlo.
22 ¿Quién es Diego Maradona? Un tipo que está peleando la vida todos los días, que aprendió a ser feliz día a día. Mis nenas me enseñaron que me tengo que levantar todas las mañanas y estar con ellas. Las veo siempre, y si no puedo las llamo y también nos mandamos mensajes de texto. La chiquita, cuando yo estaba casi muerto, la última vez, me dijo: “Papá, tenés que vivir para mí”. Y eso me lo hice carne, viste, o sea me levanto todos los días pensando en eso, no me lo puedo sacar de la cabeza.
23 Hablando de Gianinna, ¿le preguntaste si pasó algo con el Kun? Me contó que lo encontró en Sunset, pero ya se conocían de antes.
24 Si lo tenés a Agüero adelante, ¿qué le decís? Que sea feliz con la persona que esté al lado de él.
25 Uno imagina al hijo de una Maradona con un Agüero, y el resultado puede ser una bomba... ¡Pará, te estás pareciendo a Rial, che! Lo que digo es que yo, viéndola feliz a mi hija, está todo bien. Uno dice que es celoso, que le va a cortar la cabeza al novio y esas cosas, pero es todo para convencerse a uno mismo...
26 ¿Está en tus planes tener más hijos? No.
27 ¿Te ves abuelo? Síííííí, por supuesto, me veo un gran abuelo. Las nenas todavía no me dan ningún síntoma, pero tienen 20 y 18 años.
28 ¿Por qué desde 1986 Argentina no volvió a ganar un Mundial y ni siquiera llega a una semifinal desde 1990? ¿Culpa tuya? ¿Culpa mía? Pará. Yo creo que en la Selección falta algo adentro, un revulsivo en el vestuario, como dicen los españoles. Es lo que veo, la Selección necesita un poco de rebeldía, alguien que le dé otro sentido, otro tono.
29 ¿Cómo se consigue?No sé, no estoy adentro para entenderlo. Me encantaría estarlo.
30 Mañana es la final del Mundial, ¿cómo formaría tu Selección? Es difícil, yo jugaría con Crespo, también metería a Tevez, a Messi tirado atrás, a Riquelme. Tampoco faltarían Agüero, Gago, Mascherano y Ayala. La verdad que ésta es una camada linda de jugadores para agarrar, yo estaba muy ilusionado después del último Mundial, pero la realidad es que hay un técnico y se dará cuando se tenga que dar.
¡Qué noche llena de hastío y de frío! El viento trae un extraño lamento. ¡Parece un pozo de sombras la noche y yo en la sombra camino muy lento.! Mientras tanto la garúa se acentúa con sus púas en mi corazón... En esta noche tan fría y tan mía pensando siempre en lo mismo me abismo y aunque quiera arrancarla, desecharla y olvidarla la recuerdo más. ¡Garúa! Solo y triste por la acera va este corazón transido con tristeza de tapera. Sintiendo tu hielo, porque aquella, con su olvido, hoy le ha abierto una gotera. ¡Perdido! Como un duende que en la sombra más la busca y más la nombra... Garúa... tristeza... ¡Hasta el cielo se ha puesto a llorar! ¡Qué noche llena de hastío y de frío! No se ve a nadie cruzar por la esquina. Sobre la calle, la hilera de focos lustra el asfalto con luz mortecina. Y yo voy, como un descarte, siempre solo, siempre aparte, recordándote. Las gotas caen en el charco de mi alma hasta los huesos calados y helados y humillando este tormento todavía pasa el viento empujándome.
Ayer estaba recordando tu casa... mi casa... ¡Portal donde la luna se aburrió esperando, cedrón por donde el tiempo se perfuma y pasa! Y al ver que nos pusimos viejos y estamos más solos, siento un vals en tu piano llorar y me pongo a pensar si no llora de amor. Era la era primera que apaga la hoguera y enciende el rubor, y una noche -¿te acuerdas?- un beso debajo del cerezo sellaba nuestro amor. Pudo el amor ser un nudo mas dudo que pudo luchando vencer... Una casa era pobre, otra rica... Fácilmente se explica que no pudo ser. Así, por el recuerdo, lloro tu casa... mi casa... Tu amor, que está marchito en un estuche de oro mi amor, que al fin -de darse- se quedó sin brasas... Y al ver que nos pusimos viejos y todo fue en vano, siento un vals en tu piano llorar y me pongo a pensar si no llora de amor.
Llega tu recuerdo en torbellino, vuelve en el otoño a atardecer miro la garúa, y mientras miro, gira la cuchara de café. Del último café que tus labios con frío, pidieron esa vez con la voz de un suspiro. Recuerdo tu desdén, te evoco sin razón, te escucho sin que estés. "Lo nuestro terminó", dijiste en un adiós de azúcar y de hiel... ¡Lo mismo que el café, que el amor, que el olvido! Que el vértigo final de un rencor sin porqué... Y allí, con tu impiedad, me vi morir de pie, medí tu vanidad y entonces comprendí mi soledad sin para qué... Llovía y te ofrecí, ¡el último café!
Musica: Mariano Mores Letra: Rodolfo Taboada Frente al mar, frente a Dios empapada de noche y de pena mi voz se estremece en el último adiós... Frente al mar, frente a Dios, yo te ruego que, al menos, me digas por qué me castigas... Frente a Dios, frente al mar, yo pregunto si acaso el delito fue dar, siempre dar, sin pedir más que amar...
Ya no sé, qué pasó, yo no sé por qué fue que la luz del amor se apagó... Sólo sé que te vas y que el viento, en tu nombre, parece gritar: ¡Nunca más!
Antiguo reloj de cobre que vas marcando el tiempo los pasajes de mi vida que me llenan de emoción. Fuiste orgullo de mi viejo, te lucía en su cadena como un puente levadizo delante del corazón. Cuantas veces calmó el llanto de consentido purrete, mi madre como un juguete, decía prestárselo... y mientras él murmuraba, mi vieja se sonreía, y contento me dormía jugando con el reloj. Hoy ya pasaron los años, se me fue blanqueando el pelo, el rebenque de la vida me ha golpeado sin cesar. Y en el banco prestamista he llegado a formar fila esperando que en la lista me llamaran a cobrar. "Perdóname, viejo, si de vos me olvido, sé que lo has querido tanto como yo. Sé que desde el cielo me estás campaneando, y que estás llorando como lloro yo." Cuatro pesos sucios por esa reliquia, venganza del mundo taimado y traidor. Me mordí fuerte las manos, el dinero me quemaba y mientras que blasfemaba a la calle enderecé; y a la imagen de mi madre vi que me compadecía y llorando me decía: "El viejo te perdonó".
Paredón, tinta roja en el gris del ayer... Tu emoción de ladrillo feliz sobre mi callejón con un borrón pintó la esquina... Y al botón que en el ancho de la noche puso el filo de la ronda como un broche... Y aquel buzón carmín, y aquel fondín donde lloraba el tano su rubio amor lejano que mojaba con bon vin. ¿Dónde estará mi arrabal? ¿Quién se robó mi niñez? ¿En qué rincón, luna mía, volcás como entonces tu clara alegría? Veredas que yo pisé, malevos que ya no son, bajo tu cielo de raso trasnocha un pedazo de mi corazón. Paredón tinta roja en el gris del ayer... Borbotón de mi sangre infeliz que vertí en el malvón de aquel balcón que la escondía... Yo no sé si fue negro de mis penas o fue rojo de tus venas mi sangría... Por qué llegó y se fue tras del carmín y el gris, fondín lejano donde lloraba un tano sus nostalgias de bon vin.